En la Pauta de Observación de Enfermería aplicada en los Informes de Observación Penitenciarios del INDH de cada uno de los centros se observan los requerimientos mínimos que deben cumplir las enfermerías de los centros penitenciarios estudiados, estableciendo puntos tales como personal, atención de salud y estructura en base a los estándares declarados por el Ministerio de Salud.
De acuerdo a los resultados de los informes anteriormente mencionados y los documentos solicitados por Transparencia Activa sobre el personal de salud que trabaja para Gendarmería, se observa que a pesar de que 23 de 30 enfermerías cuentan con la calificación de centro de atención primaria, ninguno de ellos cumple con la totalidad de puntos base determinados.
Además, 11 de las enfermerías declaran que los pacientes privados de libertad no son derivados a hospitales para la continuidad de tratamiento o diagnóstico, y el 20% no les ofrece atención gineco-obstétrica a las mujeres, dejándolas a la deriva del sistema público de salud.
Jessica vivió en carne propia las consecuencias de estas faltas. Días antes de su detención había retirado su dispositivo intrauterino de anticoncepción.
“Estando adentro (de la cárcel), me llegó dos meses el periodo después de sacarme el dispositivo, después se me cortó y yo no sabía por qué”, recuerda. “Pedí hora con la matrona porque no sabía si era algo normal o si había justo quedado embarazada, pero nunca la vi, nunca”.